El mercado de materias primas es mucho más que la compra y venta de materiales crudos, es un reflejo de los cambios socioeconómicos en el mundo y el latido del mundo financiero. En 2021, los precios de las materias primas alcanzaron nuevos récords, con energías como el carbón y el petróleo manteniendo su relevancia. Sin embargo, se prevé que en 2022 los precios se estabilicen, lo que podría llevar a litigios y incumplimientos contractuales. Es crucial estar legalmente preparado para afrontar esta posible caída de precios.
La transparencia en el mundo de las materias primas sigue siendo un desafío, especialmente en relación con fraudes comerciales y financiamiento doble. La lucha contra el fraude comercial se centra en la eliminación de la dependencia de documentos en papel, lo que podría ser clave para prevenir estos esquemas. Proyectos como SGTraDeX en Singapur buscan crear una infraestructura de intercambio de datos que simplifique los flujos de información y elimine el financiamiento doble en el comercio de materias primas.
Las regulaciones, los fraudes comerciales y la complejidad del financiamiento de facturas han llevado a la salida de muchos bancos tradicionales del financiamiento de materias primas, abriendo paso a prestamistas alternativos. La securitización de carteras de materias primas envueltas en seguros de crédito ha atraído a inversores, pero existe un riesgo al considerar el seguro de crédito como una garantía absoluta. La incorporación de criterios ESG y los créditos de carbono son cada vez más relevantes, con Singapur liderando el desarrollo de un mercado de carbono.
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